Nombrar Alhama de Granada es sinónimo del balneario de aguas termales. No en vano, las cualidades de su líquido elemento ya fueron descritas durante la época musulmana. Incluso su nombre procede de Al-hama, que significa baño en árabe.

Pero más allá de acoger uno de los más reputados establecimientos termales de nuestro país, Alhama de Granada cuenta con numerosos atractivos. Uno de ellos es su magnífica situación dentro del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, lo que unido a que se alza sobre un enorme espolón rocoso rodeado del desfiladero por el que discurre el río hacen de esta localidad un enclave paradisiaco donde disfrutar de las postales que proporciona el poniente granadino.

Aunque la ciudad fue destruida casi en su totalidad por el terremoto de 1884, las ayudas de toda España y de Alfonso XII la reconstruyeron siguiendo las líneas de la arquitectura anterior. Aún así, el municipio conserva la iglesia parroquial de la Encarnación, del siglo XVI, manteniendo además en su interior un órgano de 1541 así como una colección de capas y casullas, algunos de cuyos bordados se han atribuido a las manos de Isabel la Católica.

Estilo medieval
También se conserva la fachada de la Casa de la Inquisición, del siglo XV y de estilo gótico isabelino. Uno de los enclaves privilegiados de Alhama es la plaza de los Presos, en la que los edificios recuerdan la tipología medieval que tuvo la localidad, con el Pósito del Grano, del siglo XVI, y la antigua cárcel de 1674, como claros exponentes.

Entre los platos típicos de su gastronomía está la olla alhameña, comida parecida al tradicional cocido de garbanzos, sin olvidar la sopa de maimones o el morrete, todo ello aderezado con los magníficos vinos de la tierra. Los postres son una parte muy importante en sus menús, en los que los huesos de melocotón (de mazapán y chocolate) y los roscos de alfajor centran el momento más dulce. Alhama está a poco más de cincuenta kilómetros de la capital.

Itinerario
Comienza esta ruta en las proximidades del Balneario de Alhama donde se localizan las Cuevas de la Mujer y del Agua, escenario de los primeros asentamientos humanos de esta zona. Se continúa con un recorrido y visita de los baños termales alhameños, los únicos del Poniente Granadino.

Ya en dirección a la población nos detendremos a la salida del cañón donde se encuentra el singular puente y desde el que se divisa una bella panorámica de Alhama sobre una enorme peña con la Sierra Tejeda como su telón de fondo.Una vez en el centro de la población haremos un recorrido circular por el casco histórico para conocer sus principales monumentos religiosos y civiles, así como el bello cañón natural.

También visitaremos las calles Altas para concluir en el moderno barrio de la Joya, construido tras el terremoto de 1884.