Su historia se remonta al siglo XVI, según los libros de diezmos en 1546/47, trabajaba en su construcción Domingo de Escalante y la carpintería fue encargada a Miguel de Salamanca. 

El edificio de estilo mudéjar, constaba de una sola nave central, capilla lateral, donde se ubica la imagen de la Patrona Nuestra Señora de los Remedios; un campanario y cuatro altares, uno de ellos con sagrario. En la cabecera se sitúa el Altar Mayor realizado en madera y dorados, y donde se sitúa la imagen del Cristo de la Expiración, del que recibe su nombre la iglesia. La techumbre sólo posee una parte del primitivo artesonado mudéjar. Junto a la nave central se alza la torre de la Iglesia, que consta de tres cuerpos coronada por el campanario. En 1754 aproximadamente, se termina la Iglesia, a la que se accede por una escalinata y una puerta de medio punto.

La Iglesia hasta no hace mucho contaba con un reloj público cuyo mantenimiento corría a cargo del ayuntamiento. Hoy la torre carece de este reloj, cuya magnitud le permitía emitir un sonido tan potente que en otras épocas servía a los agricultores de Campotéjar para orientarse del horario cuando se hallaban en el campo.