La torre de Abu-l-Hayyay, sobrenombre de Yusuf I (1333-1354) era una torre-mirador adelantada a nivel de la muralla, aunque Antonio Fernández Puertas ha demostrado que realmente su constructor fue el sultán Nasr (1309-1314), y Yusuf I sustituyó en el arrocabe de madera que hay debajo de la armadura de la linterna, su kunya o sobrenombre por el de Nasr, para eliminar la memoria de este sultán que procedía de la rama directa de Muhammad I, mientras que el padre de Yusuf I, Isma’il I, le había arrebatado el poder, cambiando desde entonces el poder a esa rama secundaria.

 

Tiene una sala con ventanas a su alrededor y se cubre con una linterna con armadura de madera. Su decoración de yesería es espléndida y su suelo era de azulejos pintados de azul cobalto y reflejo metálico de una calidad excepcional, con representación de figuras femeninas, por lo que Manuel Gómez-Moreno Martínez los denominó “azulejos de las Señoritas”.

 

Muhammad V, en su segundo reinado (1362-1392) también hizo reformas en esta torre sobre todo al crear la nueva portada decorada con yesería y cubierta con alero de madera, integrando esta torre en el palacio de los Leones de Muhammad V, accediendo a ella desde el patio de Dar al-Aisa por esa magnífica portada.

 

En 1831 se cayó el sector oriental de la muralla, siendo levantada de nuevo por José Contreras en 1837 pero remetiéndola, por lo que el paso del adarve que en un principio pasaba por dentro de la primitiva torre de Abu-l-Hayyay queda al aire a partir de ese momento hacia el Este, y por ello hay en la sala baja una puerta que da al vacío, y que en realidad, en la etapa musulmana, era la salida del adarve sobre la muralla.

 

Su nombre cristiano, del Peinador de la Reina, viene del uso que le dio Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, en su luna de miel. A partir de 1536 se construye un cuerpo alto, aprovechando la linterna árabe. También se le llamó de la Estufa porque se instaló una en la planta baja y una losa de mármol agujereada permitía que el calor entrara en la parte alta. Fue pintada magistralmente por Julio de Aquiles y Alexander Mayner, discípulos de Rafael Sanzio, entre 1537 y 1546, representando sus paneles centrales de la planta alta la victoria del emperador en la incursión en 1535 a Túnez. Estas pinturas han sido restauradas por Víctor Medina y Ana Bueno en la década de 1990. El suelo cristiano del piso superior lo eliminó Leopoldo Torres Balbás en 1928-1930, para dejar de nuevo exenta la linterna.

 

Aparece en esta torre, como en otros muchos lugares de la Alhambra, el escudo de la dinastía nazarí, unas veces con el lema y otras sin él. Es un escudo con una banda en diagonal que Basilio Pavón Maldonado cree que fue dado a Muhammad V por Pedro I el Cruel tras la vuelta del sultán nazarí al poder en 1362, es decir el escudo de la Orden de la Banda creado por Alfonso XI en 1331; sin embargo Antonio Fernández Puertas cree que es un escudo más antiguo que pudo ser instituido en la corte nazarí por Abu-l-Yuyus Nasr (1309-1314) ya que aparece en esta torre, que como hemos visto fue construida en su época, y es anterior a la creación de la Orden de la Banda castellana.

 

El escudo de la Banda nazarí es un escudo lanceolado, que también Muhammad V utilizó mucho en sus reformas y construcciones tras su vuelta al poder en 1362.

 

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