Mulhacén

El Mulhacén es una inmensa mole de 3.481 m, un extraordinario mirador que ofrece dos caras bien diferenciadas. La cara norte parece cortada a pico en sus primeros 500 m, un indescriptible precipicio de un desnivel de casi 2.000 m que se prolonga por las empinadas cuestas del Valdecasillas. En la base hay una explanada considerable, rodeada por el puntal de la Cornisa y los espolones del Juego de Bolos, que alberga una laguna conocida con el nombre de Mosca o Mulhacén que desagua por una chorrera provista de cascada, tras un desnivel de 350 m, en el Valdecasillas; y es que esta laguna es el final de uno de los itinerarios de acceso al Mulhacén más atractivos: Güejar Sierra-Maitena- Vereda de la Estrella-Cueva Secreta-Majada del Palo-Valdecasillas-Vasares-Laguna de la Mosca-Collado del Ciervo-Mulhacén.

 

Al final de la Loma de Casillas se unen el Valdeinfierno y el Valdecasillas formando el río Real. Posteriormente se le unirá el Guarnón, que viene del Veleta, para constituir el Genil.

 

La cara sur semeja el lomo de una gigantesca ballena que asciende hacia la cuerda desde el río Trevélez y el Poqueira. Al Trevélez tributan las chorreras de Juntillas, Vacares y Goterón para continuar con el río Culo de Perro, del Puerto y Chorrera del Mulhacén. El Poqueira se formará con los ríos Mulhacén, Seco, Veleta y Puntal. Posteriormente ambos se juntarán en el río Grande de Orgiva.

 

La amplia allanada que corona la cumbre ha permitido su utilización para variadas misiones y objetivos, de ahí los restos de construcciones, placas, cruces, recuerdos y diversos testigos de la presencia humana. Recordemos por ejemplo la misión militar de 1879 que sirvió a la Comisión de geodestas para efectuar la triangulación de enlace entre la red geodésica de Europa con la de Africa: Mulhacén-Tetica de Vacares (Sierra de Filabres)-Sabiha y Filhausen en Argelia; el pesado material necesario se subió con carretas de bueyes. En 1913 se alzó una ermita a la Virgen de las Nieves que fue destruida por diferentes vicisitudes. ¡Demasiados testimonios!, pensamos nosotros, ya que el montañero debe llegar a las cumbres, disfrutarlas y marcharse dejando el lugar más limpio que estaba.