Alquife

Alquife tiene una hermosa iglesia parroquial de estilo mudéjar que fue construida en el siglo XVII por los cristianos viejos que repoblaron la comarca tras la expulsión de los moriscos. Peculiaridades El mayor atractivo que ofrece el municipio de Alquife a sus visitantes, además de un bien cuidado casco urbano y dilatados horizontes fuera de él, es una visita a las explotaciones mineras que durante tantos siglos han dado vida y sentido a los pobladores del lugar y que hoy se encuentran abandonadas por razones económicas aunque han sido adquiridas por un particular. Puede recorrerse -hasta hace unos años había que solicitar permiso a la empresa propietaria y ahora al nuevo dueño pues tiene vigilancia- el poblado minero ya totalmente vacío con iglesia incluida, y admirarse las cortas realizadas a cielo abierto, en forma de escalonamiento, para la extracción de mineral; así como el pequeño lago que se ha formado en el fondo de las excavaciones al no ser ya bombeada el agua que llega a ella procedente de un arroyo, la escombrera que se usaba para el vaciado y también restos de la maquinaria industrial que ha quedado allí. Todo ello proporciona al lugar un aspecto diferente de singular atractivo para quienes no conocen este tipo de instalaciones. No debe olvidarse que durante las fiestas se ha hecho famoso el tradicional ñpalo alquifeñoñ, de raíces también mineras, un poste que se llena de cohetes y petardos y al que se prende fuego en medio del regocijo popular.

Historia

La historia de Alquife está ligada desde muy antiguo a la extracción de minerales en sus alrededores, una explotación que se inició en tiempos del Imperio romano, primeros de sus pobladores que captaron la importancia de los yacimientos de hierro. Su nombre, sin embargo, procede de la etapa árabe, cuando fue nominada la población como al-Kahf, que quiere decir la gruta y denota claramente, igualmente, la alusión a las minas que seguían explotándose durante los varios siglos que duró ese periodo histórico.