A unos 200 metros de la estación termal de Alhama de Granada se localizan las cuevas de la Mujer y del Agua que demuestran el asentamiento humano desde el Neolítico. Aunque no están habilitadas para la visita es bueno acercarse hasta su entrada y observar su cámara central abovedada y el inicio de varias galerías.

 

El primero en realizar excavaciones en este emplazamiento fue Mac Pherson quien las llevó a cabo hacia 1869 pues un año más tarde publicaría en Cádiz su estudio titulado La Cueva de la Mujer. Descripción de una caverna conteniendo restos prehistóricos, descubierta en las inmediaciones de Alhama de Granada. En 1871 realizaría una segunda excavación en la que recogió gran cantidad de tiestos de barro negro, cuchillos y núcleos de sílex, toscos adornos y útiles, mezclado todo con huesos de animales y humanos lo que le hace mantener su teoría de la antropofagia, pues escribe que los hombres cuyos restos han sido hallados en ella, fueron devorados por sus contemporáneos.

 

A éste le sucedieron gran número de arqueólogos y estudiosos, entre ellos Manuel Gómez-Moreno González que lo haría en 1872 y 1875, y cuyos hallazgos se encuentran en el Museo Arqueológico de Granada, siendo proseguida, su labor por su hijo Manuel Gómez-Moreno Martínez en 1894. Ya en septiembre de 1957 el profesor Pellicer continua esta tarea investigadora mediante cuatro cortes en los que se obtuvieron cerámicas neolíticas y árabes (primer corte), cerámicas y hojas de sílex (segundo), cerámicas, tierra vegetal y estéril (tercero) y cerámicas neolíticas, lascas de sílex, carbones y faunas (cuarto). Alberto del Castillo, Bosh Gimpera, Joaquina Eguarás, San Valero y Soledad Navarrete, entre otros, han estudiado a fondo los restos localizados en este enclave con el objeto de fijar su ocupación que varía entre el Neolítico inicial y final.

 

Para ver el material aquí localizado habrá que desplazarse, además de al Museo Arqueológico de Granada, a los de Sevilla y Madrid donde también hay restos depositados en la Institución Libre de Enseñanza, e incluso, al Museo Británico.

 

En cuanto a la Cueva del Agua, investigada en fechas más recientes, se han localizado materiales mezclados pertenecientes a épocas muy distintas (Neolítico medio, romano, visigodo y árabe). En 1957 se encontraron restos de un varón joven en posición fetal que estaba en una fosa con zócalo de piedras en su base y recostado sobre el dorso. Como ajuar tenía un vaso de cerámica junto al cráneo. Dos años más tarde se realizó otro descubrimiento en el que aparecieron los restos de un hombre adulto en decúbito lateral derecho y con las piernas flexionadas. A su lado aparecieron fragmentos de cerámica, hojas pequeñas de sílex y un fragmento de brazalete de caliza.