Moraleda de Zafayona

El ya mencionado Cerro de la Mora es un yacimiento arqueológico de singular importancia al que se ha incoado expediente para catalogarlo y delimitarlo. En él han aparecido restos de la famosa aleación de cobre y estaño que representó un cambio total en las costumbres y economía de la zona. Existen otros yacimientos , entre ellos los cortijos de Barandilla (poblado iberico-romano) y de Buenavista (necrópolis romano-visigótica) El Caño es una fuente de tres chorros con agua abundante y de excelente calidad, junto a la cual hay un antiquísimo lavadero público recientemente restaurado. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Angustias es del siglo XIX y tiene una singular y esbelta torre. Peculiaridades El punto de unión entre los ríos Cacin y Genil es un paraje de singular belleza con tierras muy fértiles. Moraleda posee un interesante museo de automóviles antiguos propiedad de don Rafael Carrillo Arroyo, que tiene en la actualidad unos 30 valiosos modelos. Como tradición muy arraigada se mantiene la de prender numerosas hogueras el Día de la Candelaria, el 2 de febrero, alrededor de las cuales se celebra una jornada de convivencia familiar y vecinal.

Historia

El yacimiento arqueológico del Cerro de la Mora demuestra que hace 3.000 años ya hubo en este lugar un poblado ibero, aunque también se hallaron restos romanos y visigodos. Algunos historiadores conectan este poblado con la mítica civilización de Tartessos. El origen del núcleo urbano actual procede sin duda de la época musulmana y su nombre podría derivarse del importante número de árboles de moral que tenía. En este tiempo vivió fundamentalmente de la industria de la seda. Conquistada por los cristianos, pasó a depender durante bastante tiempo de Loja y sufrió todas la vicisitudes propias de la rebelión y expulsión de los moriscos. En el siglo XIX tuvieron destacada presencia en la comarca las tropas de Napoleón.