Dílar

Tres edificios singulares tiene Dílar como parte importante de su patrimonio histórico-artístico: en primer lugar, la iglesia parroquial de Santa María de la Concepción, que fue edificada entre los siglos XVII y XVIII; además, la casa palacio del marqués de Dílar, residencia privada en manos de los herederos del primero que ostentó el título, y la ermita de la Virgen de las Nieves, la antigua, junto al río, que es de 1795. En el siglo pasado se construyó una nueva, que guarda la imagen mariana, en la parte más alta del pueblo pero dentro del casco urbano. Existen asimismo varios yacimientos arqueológicos como el Tajo de la Mano, la Cuesta del Pino, los Alayos y la base del Trevenque, aunque el más importante, de la Edad del Bronce, es el del Toril, donde la Consejería de Medio Ambiente levantó el Aula de la Naturaleza y donde existió un dolmen que terminó desapareciendo en su totalidad con el paso del tiempo y la acción humana. Peculiaridades Además de los hermosos paisajes desde las afueras del pueblo y sus características climáticas propias de tener abundante agua, ubicarse en la Vega pero estar cerca de la Sierra, Dílar mantiene dos costumbres o tradiciones: una de ellas, la más moderna, es llamada ñdel libro y el mostoñ y consiste en que el dos de enero de cada año a todos los vecinos que donan un libro para la Biblioteca Municipal se les obsequia con una copa de mosto; la otra es conocida como ñde las castañasñ y se basa en asar este fruto en la calle en grandes cantidades para ser degustado por todos, con la particularidad de que a veces los mozos acaban, cuando ya están hartos de comer, a ñcastañazoñ limpio por las calles del pueblo, lo que forma parte de la celebración.

Historia

En las proximidades de Granada, dentro del círculo conocido como La Campana pues en él se oía desde todos los puntos el sonido de la campana de la Torre de la Vela de la Alhamba, Dílar ha sido lugar de asentamientos humanos desde los primeros tiempos de la Prehistoria, como demuestran los numerosos yacimientos que han sido hallados en lo que hoy es su término municipal, sobre todo de la Edad del Bronce. Su privilegiada situación a orillas del río Dílar y con tierra fértil hizo que también allí se asentaran los invasores musulmanes desde los primeros tiempos y sufrió en consecuencia el hostigamiento de que fue objeto la capital por las tropas de los Reyes Católicos, quienes al culminar la conquista dieron este lugar al que fue primer marqués de Dílar. Siempre ha sido eminentemente agrícola y actualmente muchas familias granadinas lo han elegido para construir su segunda residencia.