Gorafe

Ni que decir tiene que el principal patrimonio de Gorafe son sus 198 dólmenes que conforman un paisaje único. Al margen de eso tiene las viviendas-cuevas del poblado almohade de Los Algarves, el paraje serrano natural de El Colorado, aljibes árabes del siglo XI y la iglesia parroquial del siglo XVI, de estilo mudéjar. Peculiaridades La principal característica la encontramos en las numerosas cuevas habitadas en cuyo interior la temperatura es constante en torno a los 19ñ todo el año, y muchas de ellas preparadas para turismo rural. Senderismo y artesanía en esparto, madera de olivo de boj y yute son otros atractivos. Al margen de eso, se mantienen varias tradiciones: la quema de hachos, antorchas de cuerda trenzada de esparto, en Nochebuena; el ñaguinaldoñ, que se ha recuperado recientemente; el juego de las caras, la mañana de Navidad, consistente en jugar a cara o cruz con protagonismo del ñbalateroñ, encargado de recoger las monedas del suelo y cobrar por su servicio según la voluntad; y la matanza, que suele reunir a grandes grupos familiares. La madrugada del Domingo de Resurrección se construye un arco, se cubre con ramas de álamo y se adorna con flores; recorre por la mañana, Día del Arco, las calles del pueblo acompañado a ambos lados por dos hileras de macetas previamente ñrobadasñ. Sirve finalmente para señalar el lugar del encuentro entre la Virgen María y Jesús Resucitado, que salen en procesión utilizando caminos diferentes.

Historia

Aunque los primeros hallazgos prehistóricos en esta zona se remontan al Paleolítico Medio (entre 30.000 y 50.000 años), hace 6.000 años estuvo ocupado este valle por tribus que se caracterizaban por sus enterramientos en sepulturas colectivas construidas con grandes bloques de piedra: dólmenes (cultura Megalítica, Neolítico Medio). Alrededor de 1900 antes de Cristo se asienta la cultura argárica, de la que ha quedado el poblado del Culantrillo; hacia el 1000 a. C., Edad del Hierro, aparece la cultura ibérica, de la que se conserva el poblado de Montealegre. La invasión musulmana en el siglo VIII significó el asentamiento definitivo del pueblo en su situación actual y la introducción de una de las principales señas de identidad del municipio: el hábitat de casas-cueva cuyo máximo exponente histórico está en Los Algarves, de origen almohade (siglo XII). Este lugar sufrió en el siglo XV el hostigamiento de los ejércitos cristianos y después el despoblamiento provocado por la expulsión de los moriscos. Tradicionalmente agrícola desde siempre, ha sufrido la emigración y ahora ha depositado sus esperanzas de futuro en el turismo rural, por una parte, y en el atractivo que puede suponer el futuro Parque Temático sobre Megalitismo.

¿Que hacer?

Rutas Nuevas