Guajares (Los)

Lo más destacado de Los Guájares es El Castillejo, poblado fortificado almohade del siglo XIII del que se conservan numerosos elementos que han permitido su estudio. Estuvo habitado por gente humilde, agricultores y productores de seda, y en el siglo XVI los moriscos hicieron allí una mezquita. En Guájar la Vieja hay restos de un poblado con necrópolis y en el llamado Tajo Fuerte, de una fortaleza árabe. Cada núcleo tiene su iglesia parroquial antigua: Fondón, la de San Antonio de Padua, de comienzos del XVII después de que la primera, levantada sobre una mezquita, fuera incendiada por los moriscos para matar a los soldados cristianos que se habían refugiado en ella; en Faragüit la de San Lorenzo, del siglo XVI y estilo mudéjar con retablo barroco; y en Guájar Alto la de Nuestra Señora de la Encarnación, también del siglo XVI pero reconstruida en el XIX tras el terremoto de Alhama y con retablo neogótico Peculiaridades Los tres núcleos mantienen una clara tipología árabe, y ofrecen multitud de posibilidades para practicar senderismo y disfrutar de la Naturaleza, como el Barranco del Girón, la Poza de Guájar Alto, donde es posible el baño. Se mantienen varias tradiciones: en la Candelaria, el 2 de febrero, es costumbre pasar el día en el campo y comer palmitos; en el Corpus se hacen altares y se velan toda la noche; el día de Todos los Santos acuden unos mayordomos al cementerio y a cambio de limosnas rezan a los difuntos, en la fiesta de la Cruz se suele comer en el campo, y en la festividad de la Virgen de la Aurora se celebra un rosario al alba con cánticos de letra muy antigua.

Historia

Los Guájares reciben su nombre del vocablo árabe Wa-run, que significa abrupto, escarpado, de difícil acceso. Faragüit, por otro lado, quiere decir jardín escondido; allí están la cabecera del municipio y el Ayuntamiento, y se sitúa por encima de Fondón y por debajo de Guájar Alto. A orillas del río de la Toba, también llamado de la Sangre por las batallas que tuvieron lugar en sus orillas. Sus primeros pobladores parece que fueron almohades que vivían en alquerías, donde hoy están los cortijos de la Bernardilla y Guájar la Vieja, y dependían jurisdiccionalmente del núcleo Motril-Salobreña en torno al río Guadalfeo. Cuando la conquistaron los cristianos, en el siglo XV, se produjo una fragmentación ya que Faragüit fue entregada a Luis de Portocarrero, señor de Palma, y Fondón, más tarde, a Juan de Ulloa. La represión contra los moriscos, a cargo del marqués de Mondéjar, resultó especialmente cruenta en esta zona pues muchos fueron pasados a cuchillo o despeñados por los tajos y los demás, expulsados. Más tarde se procedió a la repoblación de los lugares con colonos procedentes de otras regiones.