Loja

Hay en este municipio un importante conjunto de dólmenes en Ventorros de San José y restos de la Alcazaba árabe; también se conserva la Puerta de Jaufin, antiguo acceso; salinas romanas en Fuente Camacho y la fuente de los Veinticinco Caños. La iglesia de San Gabriel, renacentista del siglo XVI, tiene una portada atribuida a Diego de Siloé; la de Santa María de la Encarnación es de estilo gótico mudéjar; los conventos de la Concepción y de Santa Clara son ambos del XVI, destacando en este último su fachada isabelina y artesonado mudéjar; y las ermitas de Jesús Nazareno, Esperanza y Caridad, son igualmente del XVI y formaba parte la última del desaparecido Hospital de Peregrinos. Del siglo XVII sobresale el Caserón de los Alcaides Cristianos y del XIX la Casa de Cabildos, el Pósito y la residencia y jardines del general Narváez. Hay yacimientos arqueológicos en Mote Haco (Paleolítico Inferior), Sima Rica y Cueva del Caballo (Neolítico-Bronce y cartaginés) y Ermita de la Esperanza (romano). Peculiaridades Dos acontecimientos importantes se celebran en Loja: el Festival Internacional de Teatro de Calle y Animación, y las Jornadas Gastronómicas sobre la trucha de Riofrío. En Semana Santa son muy populares el desfile de los ñArmaosñ (soldados romanos), el ñTío Puchi Puchiñ ( un hombre vestido de romano que toca el tambor a un ritmo típico detrás del paso de Santa Marcela) y los incensarios del Viernes Santo, ocho con cada paso formando la ñcorríañ, cuyos portadores bailan y cantan letras antiguas durante la procesión.

Historia

Los orígenes de la presencia del hombre en lo que hoy es Loja se remontan a la Prehistoria como demuestra el conjunto megalítico de Sierra Martilla, en el núcleo Ventorros de San José. Para los fenicios fue Alfeia, para los romanos Tricolia y para los árabes Lawsa, que significa ñflor entre espinasñ. Ha sufrido innumerables avatares como consecuencia de guerras y escaramuzas. Era un gran emporio comercial especializado en la compra-venta de especias cuando fue destruida en el año 893, reedificándola poco después Abdallah ben Mohamad. En 1224 arrasa Fernando III su fortaleza y la reconstruye un año más tarde Alhamar I, rey de Granada; en 1482, Fernando el Católico intenta su conquista sin conseguirlo y cuatro años después lo logra. Fue entregada entonces en señorío a Gonzalo Fernández de Córdoba ñEl Gran Capitánñ. En el siglo XIX participó activamente en los movimientos cantonalistas de Andalucía y sufrió la represión del general Pavía.