Pedro Martínez

De muy distintas épocas son los monumentos y restos de éstos que se conservan en este término municipal. Por ejemplo, una necrópolis del Mesolítico y Neolítico-Bronce en el Llano de la Campana; construcciones megalíticas en la meseta del Medo; Dólmenes del Mencal en el paraje de Olivares, aunque están actualmente semienterrados y en tierra cultivada; otros restos en la Cañada del Águila. Hay un torreón vigía de la época musulmana en el cerro de Mencal, que servía como torre de comunicación y es conocido por los vecinos como la Chimeneílla. Otra que había en el barrio de la Torre, y que se usaba para enlazar con Torrecardela, ha desaparecido casi totalmente. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Anunciación es de construcción moderna porque la antigua, del mismo nombre y levantada en el siglo XVI, se encuentra abandonada y en franco deterioro. Peculiaridades Esta villa tiene el atractivo que ofrecen sus numerosos yacimientos arqueológicos, por lo que pasear por sus alrededores es aventurarse en un cierto paisaje de características prehistóricas. Se conserva muy viva la tradición de repartir entre los vecinos la típica rosca de San Blas, después de la procesión con una imagen de este santo durante la mañana del 3 de febrero.

Historia

Enclavada al norte de la Hoya de Guadix, este territorio conoció los primeros asentamientos prehistóricos de la península como atestiguan los numerosos restos arqueológicos y monumentos dolomíticos hallados en él. Habitualmente zona de frontera, conoció pocos periodos de paz duradera en los tiempos de la dominación islámica y sufrió finalmente el hostigamiento de los jinetes castellanos acuartelados en Cazorla, como preámbulo a la definitiva campaña de conquista iniciada por los Reyes Católicos. Fue tomada a finales del siglo XV por las tropas del duque de Gor, que cedió este lugar a su capitán Pedro Martínez, quien edificó una vivienda a la que dio su nombre y que terminaría aglutinando a las casas y alquerías de los alrededores, dedicadas todas ellas a la agricultura. En el siglo XIX, tras la Desamortización de Mendizábal, fue declarado municipio independiente pero mantuvo su nombre.