Polopos

El principal monumento arquitectónico es la torre árabe de Cautor, recientemente rehabilitada, de 23,5 metros de altura y modificada en el siglo XVI para ser abandonada en el XIX. En el cortijo de los Barriales se conservan un aljibe, que aún recoge agua pues está restaurado, y una noria que daba servicio a la Atalaya y hoy lo da a los animales de paso, ambos de origen árabe. El Hornabeque de Castillo de Baños es una fortificación de dos baluartes, construida en el siglo XVIII que fue cuartel de la Guardia Civil. También merecen mención la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario en Polopos, la de la Asunción en La Mamola y la ermita de Santa Ana en Haza del Trigo. Peculiaridades En La Mamola, aunque desde pocos años acá, se celebra la noche de San Juan con encendido de hogueras en la playa. Y en Polopos se está perdiendo la tradición de darse un baño en el mar la mañana de esa misma festividad, mientras se pasaba una jornada de convivencia.

Historia

Enclavado en la Alpujarra Baja y con salida al mar, este municipio tiene sus primeras referencias en la época de la dominación islámica y perteneció a la Tahá de Gran Cehel, cuya cabeza era Almejíjar. En virtud de las Capitulaciones para la rendición de Granada, fue cedido al último rey nazarí, Boabdil, y se integró en la Corona de Castilla cuando éste marchó al Norte de Africa. Fernando el Católico lo vendió posteriormente a uno de los conquistadores de la casa de Portocarrero, y más tarde pasó por idénticas vicisitudes que el resto de la comarca a causa de la rebelión y expulsión de los moriscos. Crónicas del siglo XIX describen Polopos como un lugar próspero gracias a su producción de pasas, que se vendían en Málaga, vinos y aguardientes, y por sus molinos.