Del siglo XVIII es la ermita de la Virgen de las Angustias, enclavada en las afueras del pueblo, en el camino hacia Trevélez. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación fue construida a principios del siglo XX. Es muy popular la llamada Fuente Agria, justo debajo de la ermita de las Angustias, por sus aguas fuertemente ferruginosas que tiñen de un color anaranjado las piedras que moja. Y dentro del mismo núcleo urbano, en la Fuente de Churriana, hay un lavadero colectivo que está construido bajo una cavidad natural del terreno. Peculiaridades Pórtugos conserva todas las características propias de un municipio típicamente alpujarreño, por lo que recorrerlo a pie ya es suficiente motivo de atracción turística. Pero además ofrece parajes naturales de singular encanto, entre los que cabe destacar el Chorreón de Pórtugos, cascada natural con exuberante vegetación. Y sus alrededores son ideales para practicar senderismo con rutas previamente trazadas. El primer fin de semana de agosto tiene lugar la Fiesta de la Parva, en la era, donde los vecinos se reúnen para degustar un puchero cocinado con leña para recordar el final de los trabajos de trilla. Y para culminar la feria de octubre se organiza el Entierro de la Zorra, quemándose una reproducción de este animal después de pasearlo por el pueblo, con cohetes y fuegos de artificio.
Historia
Situado en la Alpujarra Alta Occidental, entre los barrancos del Poqueira y Trevélez, el origen de este lugar como núcleo urbano se remonta a la época del Imperio Romano, dado que su nombre tiene una clara raíz latina al proceder del vocablo Portus, que indica lugar de paso. Durante la época mazarí perteneció a la Tahá de Ferreira y tras la cristianización tuvo que ser repoblado, una vez expulsados los moriscos derrotados por Juan de Austria, con colonos procedentes de diversos puntos. Tuvo un castillo de origen medieval que fue derruido en el siglo XVI y sus restos desaparecieron totalmente.