Salobreña

Salobreña es un precioso enclave cultural y turístico. El centro histórico está formado por Barrios construidos en el interior de la desaparecida Muralla que en la Edad Media fortificara la ciudad, y la convirtiera en uno de los lugares más inexpugnables de la costa de Al- Andalus. Los Barrios de La Loma, La Fuente, el Brocal o el Albaycin, conservan rincones curiosos con una estructura auténticamente medieval que serpentea entre fachadas, callejas, recodos, portones, ventanucos, pasadizos y bóvedas. Entre sus monumentos y enclaves más interesantes destacan el Castillo Árabe, la Iglesia Mudéjar del Rosario, la Bóveda, el Paseo de las Flores, los Miradores del Postigo, la Frascunda y el Albaicín. El Museo Villa de Salobreña, resume los 6000 años de historia de la villa, mediante maquetas, cerámicas, utillajes y expositores.

Historia

Salobreña ha sido, por su enclave privilegiado y rico entorno, asentamiento de numerosas civilizaciones. Durante el neolítico, pastores seminómadas frecuentaron la zona dejando restos de su cultura en la Cueva del Gran Capitán en las Cercanías de Lobres. En el s. VIII a.C. desembarcan en sus costas los fenicios quienes establecen una factoría. Hacia el s. VI a.C., es conquistada por los cartagineses y ya bajo dominación romana se integra en la Bética, la provincia más rica de la Hispania Romana. Durante la dominación romana formó parte del itinerario que unía Castulo con Malaka. En el 713 d.C., Abdelaziz, hijo de Muza, ocupa estos territorios, comenzando así su etapa musulmana que duró ocho siglos y cuyo máximo esplendor fue en el periodo nazarí del Reino de Granada, pasando a llamarse Salubania. En 1489 se produce la conquista de Salobreña por los cristianos, de la mano del capitán de artillería Francisco Ramírez de Madrid. Por la defensa del castillo tras el asedio del rey nazarita Boabdil, los Reyes Católicos lo nombraron alcaide de Salobreña. A principio de 1810 las tropas de los francesas ocupan esta zona, hasta ser expulsados en 1812. En la segunda mitad del siglo XIX la pérdida de su carácter militar y el resurgimiento de la industria azucarera impulsarán el desarrollo urbano de la villa.