Villanueva Mesía

Como patrimonio arquitectónico hay que destacar sobre todo la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Aurora, de estilo mudéjar y probablemente del siglo XVI; el Pósito, también llamado Tahona, del XVII y propiedad municipal, y la Cruz del Visillo, que desde el mismo casco urbano ofrece unas espléndidas vistas del río y su vega y donde se ha construido un mirador. Peculiaridades Una característica de este municipio es que conserva los sistemas de riego andalusíes y que dispone de numerosos parajes de singular belleza para disfrutar de actividades de aire libre, por ejemplo Arroyo de los Pinares y La Presa. Se mantienen viejas tradiciones como encender hogueras el 2 de febrero por La Candelaria y comer rosquillas al día siguiente, llevar la imagen de San Marcos hasta La Presa el 25 de abril y celebrar actividades lúdicas al tiempo que se degusta el típico hornazo, y levantar numerosas cruces en el pueblo el 3 de mayo para cantar y bailar a su alrededor.

Historia

Regada por el río Genil en su confluencia con el Cacín, de fértiles huertas y frondosos frutales, Villanueva Mesía tiene un origen islámico y estuvo formado en un principio por numerosos molinos, la mayoría de agua, y alquerías que en 1486 se contaban en más de 300. Por entonces se mencionaba sobre todo una Venta del Río a la que se conocía como Cabo de las Ventas en los Tajos de la Granja. El 31 de mayo de aquel año 1486 se repartieron formalmente las diferentes tierras de la Vega de Loja, correspondiendo ésta al caballero Francisco Mexía de Loaysa, de origen árabe, que fue su conquistador e incorporó su apellido al topónimo de la Villa. La abundancia de agua y haber sido canalizados algunos de los torrentes que la atraviesan, han hecho de esta localidad un vergel con muchas posibilidades de explotación turística.

¿Que hacer?

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