Entre las numerosas rutas que recorren el Parque Natural de Huétor Santillán proponemos esta excursión sencilla y cómoda de transitar, aunque no se encuentra entre las más populares ni está marcada por la Consejería de Medio Ambiente.
Nos dirigiremos en coche hacia Puerto Lobo, donde en lugar de girar en el primer cruce para dirigirnos al Centro de Visitantes que no nos será difícil encontrar, tomaremos un carril de tierra al frente que nos llevará directamente al Mirador de de la Cueva del Gato.
Al poco nos encontraremos con el arroyo que baja desde el Cerro la Cruz de Víznar, conocido por el Barranco de la Umbría. Tras un pequeño tramo por el carril y dejando atrás una curva tendremos que seguir a pie pues está cortado con una cadena.
Durante la siguiente etapa del trayecto lo que haremos será dejarnos caer desde el cerro hasta el río Darro hasta alcanzar una vereda que ataja por la zona más umbría del barranco.
Ya sea por este camino más corto o por el carril original nos iremos acercando hasta un viejo cortijo. La senda irá girando hasta el final del cerro en busca del arroyo hasta cruzarlo. Y si son de nuestro agrado podremos entretenernos en la búsqueda de setas con las que más tarde deleitar nuestro paladar. Se pueden encontrar con facilidad níscalos en la estación otoñal entre los pinares y en los márgenes cercanos a la ribera.
A continuación la excursión discurrirá en sentido contrario, en lugar de descender, irá avanzando por la ladera remontando por una zona de solana el cauce del río Darro pero sin gran dificultad.
Encontraremos entonces otro carril de tierra que baja desde la Casa forestal de los Peñoncillos y que es el mismo que sube a la Fuente de la Teja y a la Umbría de Polvorita. En este punto se cuenta con varias opciones. La de regreso para los que tras un par de horas de marcha deseen tomar un descanso y volver a casa; o para los más entrenados, continuar por alguna de dichas rutas señalizadas, lo que doblaría eso sí el trazado del recorrido descrito por lo que conviene ir preparado para aumentar el esfuerzo de la jornada.
