Justo en la ladera sur del macizo montañoso de Sierra Nevada, dentro de lo que suele ser La Alpujarra granadina, podemos encontrarnos con una de las zonas donde residen los últimos bárbaros declarados. Porque es así como se llama a los habitantes de LA TAHÁ, mas que por el valor demostrado en la rebelión de moriscos, creo yo por la petición que le hicieron a un diputado que haciendo campaña por la localidad de Pitres pregunto que les haría ilusión tener y ni cortos ni perezosos pidieron un puerto de mar, el diputado les contesto “concedido lo tenéis” Desde entonces a girado en torno a esta leyenda una serie de celebraciones, cofradías y reconocimientos por parte de instituciones que han hecho tomarse con sentido del humor este apelativo a los habitantes mas que con recelo.

Pero no solo Pitres forma parte de La Tahá, son seis localidades mas las que conforman esta comarca, Capilerilla, Mecina, Mecinilla, Fondales, Ferreirola y Atalbeitar. Todas ellas conservan la paz que gracias a un escudo que forma las archituristicas Pampaneira, Bubión y Capileira se puede disfrutar y agradecen sus visitantes. Lugar geográficamente con un fuerte desnivel entre localidades ya que pasamos de los 2400 metros a los 600 de la parte mas baja, como si quisieran que el sol no radiara mas en una que en otra vivienda de este lugar. Tinaos, calles típicamente pueblerinas adornadas con macetas de radiantes colores, tejados planos típicos de la zona y torres de las iglesias que conforman un ordenado mapa como pidiendo ser pintado por el que lo visita. Pero no siempre estas localidades han estado unidas por la denominación de la Tahá, ya que hasta el año 1975 la mayoría eran pueblos independientes.
Mecina
Nosotros hemos recorrido a pie toda la zona en un sendero local (Pitres/Ferreirola) que se une a la Ruta Medieval. Una excursión circular que empezamos desde Pitres por donde bajamos un camino mal trecho con una vegetación mas bien seca con alguna higuera, almendro y bancales con hortalizas los que menos.  El desnivel es considerable y nos lleva directamente hasta Mecina, entrado a la era de la localidad donde nos encontramos una extraña pirámide hecha de cañas secas en el centro.  Desde allí empezamos a apreciar tinaos y adarves (pequeños callejones, estrechos y cortos, característicos de época musulmana) un paseo agradable que siempre en bajada, aunque en este lugar podemos visitar también la Alberca Grande utilizada para almacenar el agua por la noche y distribuirla durante el día lo cual aliviaba la tarea del regadío.
Mecinilla
Seguimos por la carretera que empieza en el cruce de Ferreirola y bajando siempre, nos encontramos con la antigua iglesia y el cementerio hasta llegar a Mecinilla. Construida por las familias mas adineradas de la zona, pero que hoy en día no ofrece diferencia respecto a las demás. Mecinilla nos ofrece aparte de las innumerables fuente y tinaos un molino que fue en su época el único que trabajaba con la fuerza del agua, mientras que los demás lo hacían con la fuerza animal. En la parte baja de Mecinilla podemos continuar en sendero, esta bien señalizado, que con un poco mas de vegetación aunque siempre salvaje nos hace llegar a la carretera.


Fondales
Un poco a la derecha nos volvemos a encontrar el camino que nos llevara directamente a la calle El Pozo de Fondales. Lo primero que vemos es la Ermita de La Virgen del Rosario recientemente restaurada, seguimos y nos dejamos atrás fuentes, tinaos y adarves a lo largo de la calle Zacatin que según nos cuenta los lugareños en su tiempo era la calle de oficios que hoy en día se han perdido, como tejedores y vendedores de ropa. Siguiendo la señalización de “Camino de Ferreirola” nos hace salir de la localidad encontrándonos a pocos metros “Fuente Agrilla” que como dice su nombre es una de las existente en la zona con agua con alto contenido en limonita (mineral de hierro). Por un camino mas de montaña acompañados de bastantes encinas y algunos castaños ( unos de ellos de gran tamaño, haciendo falta tres personas adultas para rodear su perímetro) continuamos entre bajadas y ya también subidas hasta llegar a Ferreirola.
Ferreirola
Su nombre viene dado de importantes afloramientos de hierro en la zona. Entramos por la calle Soledad pero justo al entrar tenemos un tinao a la izquierda donde se encuentra uno de los pocos bares que podemos encontrar y donde podemos tomar un vaso de vino de la tierra que disfrutaremos sin duda. De allí a la plaza de la iglesia es solo un salto, con su planta abovedada con cubierta de teja a dos aguas y con el cementerio al lado, poco antes el lavadero y la fuente con sus cuatros caños que no cesa de salir el preciado elemento. Seguimos la calle que sube a la derecha cruzando la calle Real y llegando al barrio del Albaycín donde encontramos el sendero en este caso la ruta medieval que en continua subida (esto cada vez se hace mas cuesta arriba) y con abundante arboleda (cada vez mas castaños) nos lleva a Atalbeitar ultimo núcleos de nuestra pequeña excursión.
Atalbeitar
Su curioso nombre viene dado de “Harat al-beytar” Barrio del veterinario, por lo que se cree que pudiera haber habido un medico o curandero de gran fama para llegar dar nombre a la localidad. La entrada la hacemos a través de la iglesia con su cementerio en la cabecera como es habitual en la zona. La calle Real distribuye las calle localizando a un lado a otro tinaos-adarves de gran belleza, lavadero y demás.
Desde aquí seguimos la carretera con una inclinación aceptable hasta la nacional A-4132 un kilómetro y medio aprox. y otro tanto hasta Pitres siempre por carretera pero ya con casi ningún desnivel que siempre es de agradecer a estas alturas. Como veréis no hemos reseñado nada de Pitres y Capilerilla, pero esto es otro apartado que muy pronto vamos a redactar con pelos y señales.

¿Que hacer?

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