Buena gente con ganas de tratar bien al visitante. Eso es lo que va a descubrir el viajero en Benalúa de las Villas, un pequeño pueblo de los Montes Orientales de Granada en el que se puede descansar rodeado de un ambiente familiar y amable.

En los bares de este lugar en el que han existido pobladores desde tiempos inmemoriales se sirven deliciosas tapas y la amable charla con los muy hospitalarios vecinos de Benalúa de las Villas está garantizada. De esta localidad son famosas sus migas, morcillas, roscas rellenas. Algunas tabernas que las ofrecen son El Rincón de Antonio, El Cortijo, El Zafiro, bar La Perdiz y Café 3. No deje de visitarlos todos.

En Benalúa de las Villas, configurada por una variada orografía compuesta por sierras, vegas, río, valle…, se respira tranquilidad al pasear por sus calles y sus alrededores. Un lugar donde el excursionista debe hacer una parada es en la plaza del Ayuntamiento y en la iglesia parroquial.

En el entorno de este pequeño remanso de paz se localizan zonas como La Pedriza o el Cerro del Cántaro, junto al río Benalúa. En este paraje han aparecido restos de época ibérica. Se han descubierto restos de molinos y de utensilios de labranza. De la etapa romana se han hallado vasijas, monedas y tumbas.

Otro paraje que tiene un bonito paseo es el del Cerro del Gato, al noroeste de la localidad y con acceso por el camino del Almendralejo. El viajero que llega hasta el Marrufo tiene la oportunidad de acceder en escasos minutos a un maravilloso mirador desde el que se contempla toda Sierra Nevada -desde el Picón de Jeres al Cerro del Caballo- además de sierra Arana y la sierra de Alhama. Otra ruta es la que se puede hacer a orillas del pantano de Colomera.

Para disfrutar de la tranquilidad de Benalúa un buen sitio es el alojamiento rural El Manchón del Cortijuelo, a unos dos kilómetros del pueblo. Está muy bien acondicionado. Durante los días que se pasen en Benalúa también se puede aprovechar para practicar piragüismo, bicicleta y leer un buen libro en el porche de El Manchón. La hospitalidad de este alojamiento y el buen gusto con el que está decorado ofrecen un ambiente único para disfrutar del sabor rural.