La ruta propuesta desarrollada en 2006 y está registrado como sendero deportivo con la referencia PR-A299. Recorre 21 kilómetros de distancia por la Alpujarra Media, entre los términos municipales de Pórtugos, la Tahá de Pitres y anejos (Atalbeitar y Ferreirola), Busquístar, Cástaras (Nieles) y Juviles, el punto final del recorrido.

La ruta que encontraremos bajo el logo “Las huellas del Medievo en la Alpujarra” persigue poner en valor lugares, paisajes y costumbres de una zona menos conocida de la alpujarra granadina. Además con esta iniciativa se recupera este recorrido de origen medieval, datado en los libros de apeos de los distintos municipios por los que pasa. En el sendero encontraremos también miradores de la red del Plan de Desarrollo Turístico de la Comarca. 
 
El primer tramo, Camino de Pórtugos a Ferreirola de 4,7 km, discurre por un sendero descendente y de dificultad baja que parte de Pórtugos en dirección al río Trevélez. En la entrada del pueblo, viniendo desde la carretera, que pasa por el Barranco de Poqueira, dirección a Trevélez, se encuentra la señal de inicio. Comienza la bajada hacia Atalbéitar, coincidiendo con el GR7 hasta Ferreirola, pasando junto al lavadero. Saliendo del pueblo, caminaremos hacia Busquístar, y pasaremos por la Era del Trance, desde la que se divisan numerosos caminos de origen medieval que suben a la sierra y comunican con el valle del Guadalfeo. Continuaremos por el Camino de Ferreirola paralelo al río  un con una leve subida final. 
 
En el segundo tramo la dificultad subirá a media, en un total 4,2 kilómetros. Descenderemos desde Busquítar hasta llegar al río Trevélez, que cruzaremos por un puente y ascenderemos por la escarihuela del Portichuelo o del Helechal hasta el Portichuelo, cruzando la acequia de Almegíjar hasta enlazar con el Camino Real de Trevélez, que coincide con la vía pecuaria Cañada Real del Portichuelo de Cástaras.
 
La tercera etapa entre el Portichuelo de Cástaras y Nieles nos tomará 5,6 km de dificultad baja, desde los prados altos de Cástaras, por el Camino Real de Trevélez donde existen cortijos abandonados que conservan la tipología de los cortijos de verano de Cástaras, de una sola planta, así como otros elementos etnológicos (eras, hornos y albercas). Buena parte de este camino histórico se encuentra empedrado y está documentado en el libro de apeo de Cástaras y Nieles (1.574). 
En la zona de los Prados de Villareal, el camino cruza bajo un túnel de cantería, realizado en el primer tercio del siglo XX, para proteger a los viandantes de la caída de materiales de las vagonetas mineras. En esta zona, acamparon las tropas castellanas en la última campaña de la guerra contra los moriscos (s. XVI), antes del ataque final a la fortaleza de Juviles.
El Caminillo Viejo, parte del Barrio Medio de Cástaras y enlaza los lugares de Cástaras y Nieles, discurre por la ladera sur del Cerro Mancilla en su mayor parte por terreno rocoso y sin cultivos. Ofrece unas hermosas vistas sobre la Contraviesa y la Rambla de Cástaras y facilita la conexión con los restos de las minas de mercurio de Mancilla, cuya explotación se inició en el primer tercio del siglo XIX y que hoy en día se encuentran abandonadas.
 
El cuarto y último tramo de Nieles a Juviles, recorre 6,5 km de dificultad media. En el camino de la vega de Nieles, se mantienen cultivos tradicionales de huerta y árboles frutales, con la estructura típica en bancales sujetados por balates de mampostería en seco y regados por acequias de tierra. Expresamente declarado BIC, su origen documentado es tardomedieval (s. XV).
Partiendo de las eras de Nieles, recorriendo la vega, enlazamos con el Camino de Lobrasán y la acequia de Lobrasán. Se continúa la ruta cruzando el río Nieles para ascender por el camino al Cortijo de Lobrasán y continuar por la acequia del mismo nombre. Se nos presenta aquí, un entorno de cultivos de secano destacando el almendro, la higuera y el olivo. Ofrece unas magníficas vistas sobre el caserío de Nieles y su entorno agrícola, aportando como valor, una visión completa de la adaptación del espacio urbano y agrícola al entorno. Este tramo no es un camino medieval, aunque procede del camino de servicio de la antigua acequia. En las inmediaciones, se mantiene en pie buena parte de la arcada del acueducto que servía el agua a los cortijos de la vega, que está expresamente declarado BIC.
Seguimos la ruta por el Camino Viejo de Tímar a Juviles, o del Riachuelo. Desde el portillo existente entre el Peñón Hundido y el Cerro de las Eras para llegar a la era y alberca. Pasa junto al cementerio de Tímar y las minas de mercurio llegando al camino de Tímar a Juviles que asciende hasta esta última localidad por la margen izquierda del río Nieles. Es un recorrido de importante valor histórico y etnológico al encontrase en el mismo dos eras y una alberca ya citados en 1589, por lo que su origen debe ser muy anterior, así como restos de arquitectura industrial de las minas de mercurio.
En el pueblo de Juviles, llegaremos al punto y final del recorrido. En la Plaza del pueblo, se ha ubicado un cartel de señal de fin de trayecto y de inicio, puesto que la Ruta Medieval puede recorrerse en sentido inverso. El senderista, podrá observar, que cuando recorre la ruta por zonas urbanas, se han colocado en algunas de las esquinas de los barrios señales cerámicas que indican el sentido de la ruta a través de las calles.
En este punto del recorrido, en Juviles, si aún le han quedado fuerzas, si lo desea el senderista, puede conectar desde la Plaza de Juviles, con el Camino del Fuerte, que nos permite acceder a los restos de la gran fortaleza de la Alpujarra Media, conocido como el Castillo de Juviles, reducto de resistencia frente a las tropas castellanas, y del que ya se tienen noticias en el siglo IX. Aún quedan importantes restos de sus nueve torres y paños de muralla, así como tres aljibes. El castillo fue destruido totalmente por las tropas castellanas tras su victoria frente a los moriscos, para evitar que pudiera utilizarse en el futuro como reducto de rebelión.