Está muy cerca de la capital granadina, al sureste del núcleo urbano de Padul. Son algo más de 300.000 hectáreas que se han convertido en el principal humedal protegido de Andalucía Oriental.

Las lagunas y turberas de Padul son una reserva reconocida por la legislación andaluza, y como de especial protección por el convenio europeo Ramsar, además de formar parte del denominado Espacio Natural de Sierra Nevada. A pesar de la cercanía con la ciudad, es un lugar desconocido para los granadinos, e incluso para muchos de los vecinos de Padul. Ahora, con la puesta en marcha de una ruta peatonal, el Sendero del Mamut, son decenas las personas que cada día se internan entre los carrizales y turberas, para conocer de cerca qué tiene este lugar que es considerado como básico para la pervivencia de numerosas especies de aves, tanto de las que pasan aquí el invierno, e incluso se reproducen, como las que lo utilizan como área de descanso en sus migraciones.

El Sendero del Mamut parte del Aula de Naturaleza El Aguadero (la segunda salida de la antigua carretera de Motril una vez pasado el pueblo). Se interna por una zona umbría, por un pasadizo entre cañas, para llegar a un camino construido con maderas que recorre casi tres kilómetros en el interior del humedal, junto a las lagunas y a las acequias, que aquí se denominan ‘madres’.

Un paseo en el que, según el responsable del Aula de Naturaleza El Aguadero, José Manuel Rivas, pueden presentarse sorpresas, la presencia de diferentes especies, como ánades azulones, fochas, polluelas, pequeños carriceros, bisbitas. Una gran cantidad de aves que no se dejan ver fácilmente.

El sendero cuenta también con observatorios para contemplar mejor los espacios entre los carrizos. La gran laguna de la principal turbera, que había sido desecada el pasado verano, ha recuperado el agua y presenta una imagen impresionante con el fondo de Sierra Nevada. Padul, a sólo unos kilómetros de la ciudad es un magnífico destino para los amantes de la naturaleza.