“Era la Alpujarra entonces como rico vergel repleto de flores que surgían en los sembrados bancales, mientras gorjeaban las aguas en los barrancos, tan sabiamente conducidas a través de las acequias trazadas por los musulmanes hacia las tierras de labor…aunque se oyera el sonido de las campanas en lugar de las voces de los almuédanos reclamando la oración. Desde Válor toda la tierra era hermosa, cuajada de lugares y alquerías donde se peroraba de usos y costumbres islámicos…” José Acosta Montoso, 1988, en “Abén Humeya, rey de los moriscos”.

Salimos de Válor por la carretera en dirección a Yegen y una vez cruzado el río Válor tomamos una pista a la izquierda. Caminamos y cuando nos encontremos un cruce de caminos optamos por el de la derecha que se topa con una acequia. Tras pasar por un barranco se nos presenta un nuevo cruce de caminos, volvemos a coger el de la derecha.

Pronto llegamos a una pista asfaltada que nos va a conducir al paraje Cuesta Viña. Progresamos arroyo arriba acompañados por una interesante arboleda de huerta, cogemos una vereda que sale a la izquierda y durante un rato caminaremos entre castaños y bancales semiabandonados, estamos en la cuesta del Almendrillo; enseguida nos cruzamos con la carretera, la seguimos, ya avistamos Yegen, cogemos un sendero que sale a la izquierda, paralelo a la carretera y que nos conduce directamente al pueblo.

Salimos de la plaza de la Ermita, tras beber agua en su fuente, buscando las zonas más bajas del pueblo, entre olivares, camino del cementerio, de aquí sale una pista que va buscando el cortijo de Montenegro, situado al pie del cerro del mismo nombre con 1.085 m de altura.

De Montenegro sale la rambla del Judío que aguas abajo se juntará con el río de Yátor. Nosotros cogemos una pista a la derecha, después de un cortijo tomamos la vereda más baja que cruza el río Mecina y nos va a dar vistas sobre la loma del Golco y Mecina.

Tras cruzar el río descendemos levemente y por la vereda llegamos a Golco. De la plaza de Golco sale un carril encementado, lo dejamos y seguimos por una vereda que camina junto a una acequia hasta Mecina.