Alcazar del Genil

El Alcázar Genil (Qasar al-Sayyid), es un edificio de origen musulmán, situado junto al río Genil, en la ciudad de Granada (España), ubicado en la misma explanada donde el rey Boabdil entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492. Es una almunia o finca de recreo y en él se llevaban a cabo grandes recepciones, según publica la Wikipedia.

Se construyó en época almohade, durante el reinado de Al-Muntasir en el siglo XIII, fuera del recinto amurallado de la Granada musulmana. Durante el reinado de Yusuf I (rey nazarí), sufrió una primera remodelación. Fue residencia de los sultanes del Norte de África, y su última moradora, la madre de Boabdil, la princesa Aixa, quien lo abandonó tras la Toma de Granada. Posteriormente, pasó a manos privadas y, en los años cincuenta, los Duques de Gor lo vendieron al Estado, tras haber sido declarado, en 1922, Monumento Histórico Artístico.

De la construcción original, queda el cuerpo central, con cinco metros aproximadamente de lado por diez metros de alto con una torre con cubierta a cuatro aguas y bóveda de madera con lacería. El acceso se realiza por un arco de herradura apuntado y, sobre él, hay una faja de ventanas en celosía. En su interior, tiene una fuente central con arriate, originalmente comunicada con un estanque o alberca situada a unos 150 metros, donde según cuenta la tradición, se celebraban competiciones navales entre los principes musulmanes, simulando la destrucción y quema de galeones cristianos. A ambos lados, dos pequeños aposentos o alcobas, a los que se accede a través de arcos gemelos, cubiertos con techo plano de madera. Posee decoración de yeso con atauriques. Tanto encima de las puertas, como en el contorno interior del edificio, se pueden encontrar inscripciones epigráficas (letras árabes utilizadas en la decoración de los edificios musulmanes) consistentes en alabanzas a Alá, al rey que lo construyó o fragmentos del Corán. Sobre éstas, se pueden observar dibujos geométricos policromados. El suelo, en su origen, fue de ladrillo y cerámica vidriada. Se construyó a semejanza de los kioskos-palacios persas, que se levantaban en medio de jardines, rodeados de fuentes y estanques, simbolizando el paraiso sufí.

En el siglo XIX, se le agregaron dos cuerpos laterales, de dos plantas, obra del arquitecto Rafael Contreras. Actualmente, es la sede de la Fundación Francisco Ayala.