Nace el Dílar bien alto, a casi 2.900 metros, en la Laguna de las Yeguas, discurriendo, en un primer tramo, su curso paralelo a la Loma de Dílar que lo separa de la cuenca del río Monachil, para, más tarde, encajonarse entre el Trevenque y los Alayos. No tiene afluentes importantes, aunque sí barrancos que enriquecen su caudal –Barranco Hondo, de Aguas Blanquillas, del Búho, de Rambla Seca o de Poca Leña- y es un río indómito que se domestica, pasada la central eléctrica, para poder surtir de agua al pueblo que lleva su nombre y a su vega, aunque antes, a la altura del Barranco de Aguas Blanquillas, haya “sufrido” la sangría del Canal de la Espartera.
Pasado el pueblo de Dílar, remansa entre Otura y Gójar para encaminarse, ya rodeado de pueblos –Ogíjares, Alhendín, Gabia, Churriana, Cúllar Vega y Ambroz- a su desembocadura en el Genil.
Henríquez de la Jorquera nos lo describe así: “De los mismos peñascos de nieve, más al mediodía, se desatan líquidas corrientes a engrandecer si a humilde manantial de la fuente de Dilar, de quien toma el nombre la población de Dilar, faldas de la sierra, y recogiendo cristales de pequeñuelo arroyuelo se ostenta rapida corriente, tan manirroto que por no ser menos caudal que los ya referidos, si en cortos limites repartidos en brazos por la una y otra parte, refrigera y fertiliza campos deleytosos de la granadina vega, dando de beber por la parte de mediodia a los lugares de Dilar, a Utura, Alhendin, Gavia la grande y Gavia la chica, Ambrós y Cullar y por la parte del Norte los lugares de goxar, Churriana, Purchil y Porchilejo y Belicena, en cuyos términos se consumen las aguas desta sangrias y corriendo al poniente lo demas restante le admite en sus entrañas el Jenil plateado, donde su antiguo nombre pierde aviendo regado muchas guertas y heredades”.
El valle del río Dílar es una zona óptima desde la que realizar diversos itinerarios por las faldas de Sierra Nevada, concretamente por la orla carbonatada que rodea a ésta.
Junto al Aula de Naturaleza existe un vallado cinegético en cuyo interior podemos observar cabras montesas libres de sarna, y que se utilizarán en el futuro para repoblar la sierra si esta enfermedad diezmase sus poblaciones naturales, como ha ocurrido en otras sierras andaluzas.
El recorrido por el cauce del río Dílar, desde la central eléctrica a la cascada, es uno de los más agradables y pintorescos de la comarca de la Vega. La excursión, de tres horas y media, tiene a su favor que puede programarse en cualquier época y que presenta una dificultad baja. El sitio de partida es la central eléctrica, donde se abre un carril de cuatro kilómetros, paralelo al río. En el kilómetro tercero hay un espacio destinado al descanso y a la reposición de fuerzas, con puentes de madera para 'juguetear' sobre el Dílar, indicadores de senderismo y el aula de la naturaleza Ermita Vieja. Es conveniente caminar provistos de sacos de plástico duro para evitar los remojones en caso de que el caudal sea abundante. Hay que cruzar de una a otra orilla del río en repetidas ocasiones.
La vereda sigue el curso del encajonado valle del río Dílar, rodeado de enormes rocas de formas fantasmagóricas. La vista contempla a la derecha cerro Hueco y las tres principales elevaciones de los majestuosos Alayos de Dílar: Picacho alto (1.782 metros), Corazón de la Sandía (1.886) y Pico de la Virgen (1.982 metros). A la izquierda se alzan la Boca de la Pescá, el cerro de las Pipas, el cortijo Sevilla y el barranco del Búho. El ascenso del tramo final es fuerte y se aleja del lecho fluvial. Una desviación a la izquierda permite oír con más intensidad el ruido del agua. En unos minutos aparece la bella cascada. El regreso es por el mismo camino.
Los leves contratiempos que deparan las subidas y bajadas de la vereda, de terreno arenoso y resbaladizo, se compensan con el goce que proporcionan las bellas vistas, la pureza del aire, la abundante vegetación y el aroma de las plantas
El Aula de naturaleza Ermita Vieja es propiedad de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y está situado en el entorno del río Dílar.
Está gestionada por el Centro de Innovación Educativa Huerto Alegre y pretende desarrollar e impulsar distintos programas de Educación Medioambiental para sensibilizar ante los problemas del medio y buscar soluciones.